[español más abajo]
Nós não esquecemos o incitamento, o assassinato, a Paz.
Há 25 anos, a Praça dos Reis de Israel, em Tel Aviv, estava lotada de manifestantes que clamavam: “SIM À PAZ! NÃO À VIOLÊNCIA!“.
Havia a sensação de um momento histórico. Estavam assumindo o seu destino em suas próprias mãos. Havia eletricidade no ar.
Yitzhak Rabin falou dos acordos de paz firmados com o Egito, a Jordânia e de sua convicção em seguir adiante no processo de paz com a Autoridade Palestina e depois com Líbano e Síria.
Então, cantou a Canção da Paz (Shir HaShalom) em coro com a multidão.
Poucos minutos depois, três tiros pelas costas o mataram e deixaram todo o povo órfão de um líder.
O incitamento teve ‘sucesso’ e continua até hoje.
Qualquer cidadão que não concorde com as práticas antidemocráticas de Netanyahu ou que se posicione contra a Ocupação de terras palestinas é hoje taxado de “Esquerdista” ou “Traidor” pela máquina de comunicação do governo.
Neste sábado, nos encontramos novamente, numa outra praça – aquela de onde partira o incitamento assassino, a Praça Tzion em Jerusalém, onde há 25 anos Benjamin Netanyahu aplaudia sorridente, de um balcão, uma passeata ruidosa que empunhava cartazes com fotos falsificadas de Rabin vestindo uniforme nazista ou kefiah palestina, aos gritos de “Mentiroso”e “Traidor”. A turba levava um caixão preto com o nome de Rabin.
Dali marchamos juntos para a Balfour, residência oficial do atual primeiro-ministro Netanyahu que, indiciado em enormes escândalos de corrupção, volta a semear a violência contra os milhares de manifestantes que, em todo o país, saem às ruas para exigir a Democracia, a retomada do legado de Rabin e uma paz justa e duradoura com os palestinos.
Nós não esquecemos o incitamento, o assassinato, a Paz.
Homenagem da J-AmLat a Yitzhak Rabin z’l
Homenaje de J-AmLat a Yitzhak Rabin z’l
Nosotros no olvidamos la incitación, el asesinato, la Paz.
Hace 25 años, la Plaza de los Reyes de Israel, en Tel Aviv, estaba llena de manifestantes que clamaban: “¡SÍ A LA PAZ! ¡NO A LA VIOLENCIA! “.
Hubo la sensación de un momento histórico. Estaban tomando su destino en sus propias manos. Había electricidad en el aire.
[discurso musicado por Shlomo Gronij]
Yitzhak Rabin habló de los acuerdos de paz firmados con Egipto, Jordania y su convicción de avanzar en el proceso de paz con la Autoridad Palestina y luego con Líbano y Siria.
Luego cantó, en coro con la multitud, la Canción de la Paz (Shir HaShalom).
Unos minutos después, tres disparos en la espalda lo mataron y dejaron a todo un pueblo huérfano de un líder.
La incitación tuvo ‘éxito’ y continúa hoy.
Cualquier ciudadano que no esté de acuerdo con las prácticas antidemocráticas de Netanyahu, o que se oponga a la ocupación de tierras palestinas, ahora es llamado “izquierdista” o “traidor”, por la máquina de comunicación del gobierno.
Este sábado nos volvimos a encontrar en otra plaza -aquella desde donde había comenzado la incitación al asesinato- la Plaza Tzion en Jerusalén, donde hace 25 años Benjamín Netanyahu aplaudía, sonriendo desde un balcón, una marcha ruidosa que sostenía carteles con fotos falsas de Rabin, vistiendo un uniforme nazi o una kefiah palestina, gritando “Mentiroso” y “Traidor”. La turba llevaba un ataúd negro con el nombre de Rabin.
Desde allí marchamos juntos hasta Balfour, la casa oficial del actual Primer Ministro Netanyahu, quien, imputado por enormes escándalos de corrupción, vuelve a sembrar la violencia contra los miles de manifestantes que, en todo el país, toman las calles para exigir Democracia, recuperar el legado de Rabin, y una paz justa y duradera con los palestinos.
¡Basta Netanyahu, antes que la sangre sea derramada!
¡Basta de Incitación!
Nosotros no olvidamos la incitación, el asesinato, la Paz.